Y volví…
Y pronto, redescubrí las nubes en el cielo, y el arco iris;
Y pude ver de nueva cuenta lucecitas de colores en la noche;
Volví a sentir la cercanía de lo eterno y la libertad para reír.
Y volví,
Y me dio gusto hacerlo, y sentirme nuevamente carne y luz;
Me reconfortó dejar atrás rencores, y sentir mi espíritu relajado;
Volví a valorar la fuerza de un abrazo, las caricias del día y la lluvia
Y volví
Y no sé si era junio, septiembre o marzo, pero me mire pleno,
Como cuando tuve la primera pesadilla, o el primer orgasmo;
Volví a romper el viento en una carrera serena hacia ningún lado.
Y volví
Y me miré al espejo buscando a ese otro depresivo, roto, espantado;
Y hurgué desesperado en el ayer, el hoy y el mañana para encontrarlo,
Y ya no estaba, o estaba poco…
Se había mitigado la sombra que cobijaba ya todos los instantes;
Había palidecido ante la fuerza de la luz que no opaca y sí comparte.
Había algo nuevo indescifrable en el espejo, algo infinito e inasible;
Se había serenado la fuerza del desorden, la pasión y lo fragmentado
Armonía entre opuestos;
Libre para errar…
Y el tiempo feneciendo
Y yo recuperado,
Abrazándome,
Abrazando al universo
Texto: Agosto de 2006
Y pronto, redescubrí las nubes en el cielo, y el arco iris;
Y pude ver de nueva cuenta lucecitas de colores en la noche;
Volví a sentir la cercanía de lo eterno y la libertad para reír.
Y volví,
Y me dio gusto hacerlo, y sentirme nuevamente carne y luz;
Me reconfortó dejar atrás rencores, y sentir mi espíritu relajado;
Volví a valorar la fuerza de un abrazo, las caricias del día y la lluvia
Y volví
Y no sé si era junio, septiembre o marzo, pero me mire pleno,
Como cuando tuve la primera pesadilla, o el primer orgasmo;
Volví a romper el viento en una carrera serena hacia ningún lado.
Y volví
Y me miré al espejo buscando a ese otro depresivo, roto, espantado;
Y hurgué desesperado en el ayer, el hoy y el mañana para encontrarlo,
Y ya no estaba, o estaba poco…
Se había mitigado la sombra que cobijaba ya todos los instantes;
Había palidecido ante la fuerza de la luz que no opaca y sí comparte.
Había algo nuevo indescifrable en el espejo, algo infinito e inasible;
Se había serenado la fuerza del desorden, la pasión y lo fragmentado
Armonía entre opuestos;
Libre para errar…
Y el tiempo feneciendo
Y yo recuperado,
Abrazándome,
Abrazando al universo
Texto: Agosto de 2006
Foto: Frido
Lugar: San Miguel de Allende, abril de 2007
REGISTRO EN DERECHOS DE AUTOR: 03-2006-062211501200-14