Cuando se ama, el cuerpo se apropia del mundo,
Pero es difícil vivir con el mundo al centro del cuerpo;
Entonces suspiras para que éste escape lento
Y vuelva a ser consumido por el gran amor.
Cuando se vive, el cuerpo y el mundo se aparean, nada tiene sentido,
Todo resulta ser lógico y liberador.
Entonces suspiras para sentir esa sensación de perfección y locura.
Cuando se suspira eternamente, ya no hay más absurdo.
La vida es bella, intensa, contradictoria y fugaz.
Entonces, suspiras en la eternidad vagando del centro a cada rincón del cosmos; fluyendo vía un continuo y simple suspiro.
1997
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1 comentario:
Bienvenido de regreso... Otra vez
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